¿Convoca la "Generación Z" o la Ultraderecha?
El nuevo rostro de los golpes de Estado: ya no son tanques… son algoritmos
El mundo está cambiando.
Los golpes de Estado ya no necesitan ejércitos en la calle, ni generales con uniforme, ni fusiles apuntando al Congreso.
Hoy las armas más poderosas caben en un bolsillo: los teléfonos inteligentes, las redes sociales y los algoritmos que deciden qué vemos y qué pensamos.
A escala global, el 72% de las personas consume noticias únicamente desde redes sociales (Fuente: Reuters Digital Report, 2025).
Cada “like”, cada búsqueda, cada conversación queda registrada, clasificada y vendida. Lo que parecía solo entretenimiento se ha convertido en materia prima para manipulación política, polarización ideológica y fabricación de mártires digitales.
De las balas a los datos
Antes, un golpe de Estado se hacía con tanques.
Ahora, con tendencias virales y ejércitos de cuentas falsas que repiten mensajes diseñados para dividir sociedades.
Empresas privadas y gobiernos compran bases de datos con millones de perfiles, preferencias e ideologías para sembrar miedo, enojo y odio.
According to The New York Times y Freedom House (2025):
42 países han registrado campañas de desinformación digital financiadas por actores políticos o extranjeros.
El 64% de esas campañas utilizaron bots y contenido falso para radicalizar a los jóvenes.
Nepal: el algoritmo que incendió un país
El caso más reciente fue en Nepal.
Por años, organizaciones “civiles” financiadas desde el extranjero alimentaron la ira contra un gobierno inestable, corrupto y debilitado.
Cuando el gobierno prohibió Facebook, Twitter X, WhatsApp y YouTube, creyó detener la crítica.
Pero fue la chispa final.
Miles de jóvenes sobre todo de la Generación Z, la más conectada de la historia, salieron a las calles.
Con la bandera de One Piece como símbolo, incendiaron edificios públicos y forzaron la caída del gobierno.
La ex presidenta del Tribunal Supremo, Sushila Sarki, fue nombrada primera ministra interina.
Ese estallido no fue espontáneo.
Fue construido, alimentado y dirigido.
Y ahora… México
En México, empiezan a circular convocatorias para imitar lo ocurrido en Nepal:
marchas, levantamientos, tomas de edificios públicos…
Y casualmente, el mismo símbolo: la bandera de One Piece.
Todo esto después del asesinato del alcalde Carlos Manzo, en Uruapan, Michoacán.
Un crimen brutal que, sin duda, merece justicia.
Pero el mensaje viral asegura estar “convocado por la Generación Z”, cuando la realidad es otra:
no son jóvenes quienes organizan este llamado,
Son actores políticos de derecha y ultraderecha que están usando la rabia social como combustible. La narrativa es muy clara:
culpar exclusivamente a la presidenta actual,
ignorar que la violencia del narco tiene más de una década,
presentar la caída del gobierno como “solución mágica”.
Lo irónico es brutal:
La misma derecha que llama a la juventud “generación de cristal” y los ridiculiza,
hoy los usa como carne de cañón,
pidiéndoles destruir, incendiar, tomar instituciones.
No hay espontaneidad.
Hay guión.
Cuando un país se incendia, ¿a quién beneficia?
Mexico necesita cambios profundos eso nadie lo niega:
corrupción, violencia, desigualdad, impunidad, narcoestado.
Pero un golpe de Estado no salva a nadie.
Un golpe de Estado parte al país en dos, abre la puerta al crimen organizado y debilita las instituciones.
Históricamente, los países desestabilizados se vuelven territorio perfecto para el
saqueo económico, la intervención extranjera y la expansión militar.
¿Y a quién le conviene un México inestable, dividido y sin gobierno fuerte?
A nuestro vecino que se describe como “aliado”, pero cuyo historial de intervenciones en América Latina habla por sí solo:
Guatemala, Honduras, Chile, Panamá, Bolivia, Cuba, Haití, Nicaragua, Venezuela…
México es demasiado grande y demasiado valioso como para caer por una guerra digital.
Los golpes de Estado del siglo XXI no llevan uniforme.
Llevan hashtags, bots, discursos virales y héroes de caricatura convertidos en símbolos políticos.
Las redes sociales ya no solo informan:
movilizan, radicalizan y derrocan gobiernos.
Y si no aprendemos a ver quién mueve los hilos,
muy pronto veremos más países incendiados no por balas,
sino por pantallas.
Contacto y dudas
Correo electrónico: jazzamor88@gmail.com
Instagram: @jazzbustamante742
X: @tv_yazi
No hay comentarios.:
Publicar un comentario